Kostas Despiniadis
El gato
S UNA SERENA noche de diciembre. Fuera nieva desde por la mañana. Estoy sentado en mi escritorio, leyendo. En la radio, de fondo, se oye una insulsa charla política. De repente, mi gato, que hasta entonces estaba tumbado y despreocupado en su alfombrilla, se levanta, da un salto, se sube a la pequeña biblioteca que se encuentra bajo la ventana y clava la mirada en algún sitio, sin moverse durante largo rato. No puedo entender qué está mirando, cuando fuera todo se encuentra en calma, y vuelvo al libro que estaba leyendo, sonriendo por su «tontería». Pero en el fondo le envidio. Cuánto quisiera, aunque fuese un par de instantes, mirar despreocupado la nieve que cae en la densa oscuridad. Cuánto quisiera, aunque fuese un par de instantes, que todo lo humano me fuera ajeno.
Fuente: de la colección de breves narraciones Νύχτες
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